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Sectas en Centros Afroumbandistas

 2° Entrega

Presentamos aquí la segunda entrega del informe sobre Sectas en Centros Afroumbandistas, basado en una entrevista de las tantas denuncias que nos han llegado a nuestro portal. Los nombres de los involucrados permanecerán por nuestra parte en el anonimato para salvaguardar la integridad social y religiosa, visto que desde nuestro lugar no podemos más que mostrar los sucesos para ayudar a quienes estén pasando por situaciones similares.

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Reiteramos que este artículo no señala a ningún religioso, esperemos que su propia conciencia sea la que lo condene.

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“Toda secta, siempre que la razón le sirva de ayuda, la utilizará alegremente; y cuando le falla se pone a gritar: Es una cuestión de fe que se halla por encima de la razón”.

 

Jhon Locke

 

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Ya desde el siglo XVII Jhon Locke describía una particular de la actuación de los grupos sectarios, principalmente enfocado en sus líderes. En cuanto tengan la razón, la usan… y cuando dejan de tenerla, comienza la imposición, el abuzo y el sometimiento.

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La entrevista que se presenta a continuación, muestra el grado de manipulación de los líderes sectarios hacia los seguidores. Una vez más, visualizaremos la “estrategia” que utilizan (consientes o no) para captar a sus adeptos. No es fácil reconocer de entrada si el religioso que tenemos en frente es un líder de una secta. Recordemos que se muestran como personas sensibles, carismáticas, llenas de amor para dar, compañeros y permisivos (a tal punto de permitirse ir en contra de lo marcado por sus propias deidades con tal de captar un nuevo fiel). No queremos decir que no existan verdaderos religiosos que cumplan con este perfil y tenemos la certeza de que los hay. El problema comienza cunando ya se está dentro y la puerta se cierra.

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Es necesario replantear día a día como ser humano y religioso el respeto primeramente por uno mismo, sin permitir que nadie lo falte dado que para todo religioso, somos todos iguales ante los ojos del Creador. En cuanto comienzan a aparecer faltas de respeto, degradaciones grupales, maltratos físicos, verbales o similares, es el momento de decirse a sí mismo “¿dónde estoy?”.

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Entendamos que “nadie se ahoga en un vaso de agua, solamente aquellos que se encuentran dentro”; para quienes leamos este artículo es fácil decir: “por qué no se fueron antes… yo no permitiría me hicieran eso… etc.,” pero recordemos que es un proceso desde el ingreso a estos lugares pseudo religiosos hasta el desenmascaramiento de la realidad, por lo cual no es valorable ni aceptable decir que no tiene la culpa el pastor sino el rebaño que lo sigue.

Esperamos que todo lector logre plantearse y replantearse si al día de hoy forma parte de un Centro Religioso o de una secta religiosa, dado los riesgos religiosos, sociales y humanos que puedan estar corriendo. Ante dudas que tengan, siempre escuchen a amigos, seres queridos, familiares, referente a las opiniones del grupo que los rodea; úsenlo como termómetro constantemente para no llegar al extremo que se presenta en esta entrevista.

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Desde Orinú, queremos brindar el apoyo a quienes estén pasando por situaciones similares y queremos lograr llegue a existir en algún momento una organización que pueda regular estos hechos; no referente a lo religioso, de si hacen las cosas bien o no, pero sí desde lo social y lo humano, así como para poder dar apoyo a quienes pasan por situaciones de esta índole.

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“La diferencia entre agresión y maltrato la define su objetivo. Mientras la agresión se define por la lesión que provoca, el maltrato queda descrito con palabras como sometimiento, humillación, dominio, miedo, esclavitud, etc.” Juan Antonio Cobo Plana.

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